Palmeritas

El sábado tuve invitados y me sobró media lámina de hojaldre de una guarnición que preparé.

Esta mañana, después de desayunar y echar un primer vistazo a las noticias, el correo y a los blogs amigos, me encontré con este pedazo receta. No es que las palmeritas sean algo del otro mundo, ya sabemos que no, pero lo que si me llamó la atención es lo facilísimo que resulta hacerlas y lo requetebien que quedan.

Así que ni corta ni perezosa, nada más ducharme, me puse manos a la obra. Me han salido chiquitinas, que no me importa, porque quedan monísimas, y poca cantidad que si me importa, porque van a durar un suspiro.

Sonia, del blog cocinando voy, recetando vengo http://www.cocinandovoyrecetandovengo.com/, recomendaba en su estupenda entrada de hoy, como todas las de Sonia, que visitaramos el blog la cocina de las molinas lacocinadelasmolina.blogspot.com.es/2013/03/pollo-la-cerveza-con-cebolla.html, y es en este blog donde me he encontrado la receta de las palmeritas que ahora mismo os cuento.

Ingredientes:

Lámina de hojaldre, yo media
azúcar.

Modo de hacerlo

Extendemos en la encimera de la cocina, una capa de azúcar. así:

Colocamos encima la placa de hojaldre y la apretamos con las manos para que se quede bien pegada el azúcar en la cara que está apoyada en la encimera.

Echamos azúcar por encima.

El lado izquierdo, lo llevamos hasta el centro y el derecho igual.

Espolvoreamos pellizcos de azúcar de la misma encimera.

Repetimos la operación.

Terminamos, doblando por la mitad.

Seguimos recogiendo azúcar de la encimera y espolvorándola por encima.

Con un cuchillo afilado, cortamos rodajitas como de 1 dedo.

Pasamos a la bandeja del horno, sobre el mismo papel sulfurizado que trae la lámina de hojaldre.

Veis, como ya tiene forma de palmera? Metemos al horno, precalentado, 190º /aire, durante 13 minutos. La receta original dice a 220º, sin especificar más.

Aquí vemos como se van expandiendo. ¡Que chulas!, ¿verdad?

Y aquí se produjo el milagro, jajajaja....

Me pareció tan fácil y con un resultado tan fantástico, que me dije, estas palmeritas se merecen un reportaje y he aquí el "book" que las hice.

Con traje de fiesta. 

Encima de la mesa de la cocina.

No, así sin más, no puede ser. Se merecen un mantel. 

¿Solo un mantel?. No aquí falta algo, y me fui a por una taza de café, de herencia de la madre de mi marido, o sea, mi suegra. Cuyo juego de café nos ha llegado, cosa rara, intacto y juego de café que conservamos como una joya.

Bueno, diréis que se me ha ido la olla, ¿no?. Pues no, no se me ha ido, lo que pasa es que simplemente estoy contenta.

Y aquí os dejo esta canción para que vosotros, además de disfrutar de las palmeras, disfrutéis de la canción.