jueves, 28 de febrero de 2013

Mejillones a la crema. Moules à la crème


Madre mía! que ricos estaban y eso que la calidad del mejillón no era de los mejores, aunque estaban bien.

No pensaba publicar hoy entrada, pero estaba impaciente por contar lo buenísimos que estaban y lo fácil que eran.

Esta receta es una plato típico de la cocina regional del Norte, bueno y de toda Francia, por eso me he permitido poner también su nombre en francés, y que suele recoger la mayoría de libros de cocina de ese país, ya que es un gran productor de este molusco y con el que elaboran platos de lo más variado que poco a poco iremos publicando. Aunque el más conocido sea el de mejillones a la marinera, los demás no se les quedan cortos.

Los franceses acompañan siempre los mejillones con un plato de "frites", patatas fritas y con un vino blanco muy fresquito. Y la verdad es que están deliciosos.

Pero bueno, a estas alturas, os estaréis preguntando ¿Que cómo los he hecho?

Rápido os lo cuento.

Vamos a necesitar: 

1 Kg. de mejillones.

1 buen manojo de cilantro

10 bolas de pimienta negras. 
40 grs. de mantequilla
20 grs. de harina
1/3 de un paquete pequeño de nata líquida
20 cl. de vino blanco
2 echalotes
sal



1º. Lavamos y quitamos las barbas a los mejillones.

2º. En una cacerola ponemos agua con el manojo de cilantro y la pimienta. Cuando r
ompa a hervir, echamos los mejillones y en cuanto se empiecen a abrir, (unos 5 minutos), los vamos sacando.


3º. Colamos el caldo y reservamos.


4º. En una sartén derretimos la mantequilla y pochamos las échalotes.

5º. Tostamos los 20 grs. de harina y añadimos el vino, removemos para ir deshaciendo los grumos que se nos puedan formar. Seguimos removiendo y añadimos parte del caldo de cocer los mejillones, que habíamos reservado, la cantidad es a ojo, la que nos vaya pidiendo, tiene que quedar claro. Cocemos un poco y que reduzca y por último añadimos la nata. Removemos. Probamos de sal.


Al momento de servir, volcamos la crema sobre los mejillones y degustamos.



¿Qué os parece?.

Si os animais y los hacéis, ya me contaréis.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Crema de col con bombones de morcilla



Amaneció nevando y ante la falta de previsión de haber puesto una legumbre en remojo para hacer un buen guisote que nos ayudara a combatir el frío, se me ocurrió con unas sobras que tenía en la nevera e inspirada en la receta de ayer de Arguiñano,  hacer esta crema sabrosa y contundente que con un poco de picantillo nos ayudó a entrar en calor.

Las sobras que tenía eran: un repollo rehogado de un par de días antes, caldo de pollo, una morcilla de Burgos de nuestro último viaje a esa ciudad, unos puerros de la compra semanal y unas obleas orientales de unos rollitos thai que hice hace 3 días y que compré con motivo de un curso sobre cocina tailandesa, del que os contaré más adelante, que recibí la semana pasada. Pues con todo esto más 1/2 paquete pequeño de nata para guisar, chorritillo de crema de módena, una yema de huevo, aceite de girasol y unas vueltas de pimienta del molinillo elaboré este plato.




Vamos con la receta:


1º. Lavamos el puerro y le cortamos en rodajitas para pocharle, sin que coja color, (eso quiere decir fuego bajo) durante 10 minutos.


2º. Incorporamos el repollo rehogado junto con las dos patatas lavadas, peladas y cortadas en trocitos pequeños.


3º. Removemos bien para que se mezcle con el puerro. Salpimentamos.



4º. Añadimos el caldo de pollo hasta cubrirlo y un poco más.



5º. Cerramos la olla y cuando salgan las 2 arandelas, lo tenemos al 1, 3 minutos.


6º. Apagamos el fuego y esperamos desciendan las 2 arandelas para abrir la olla.
7º. Trituramos con un robot, añadimos la nata y removemos.
Como hicimos los bombones de morcilla

1º. Quitamos la piel a la morcilla.

2º. Partimos en rodajas gorditas.

3º. Estas rodajas las partimos por la mitad y a su vez otra vez por la mitad. Es decir de cada rodaja, obtenemos 4 trozos.













He escogido las obleas orientales, a parte de por tenerlas en la nevera, porque al ser cuadradas, hacer cuadraditos es mucho más fácil.

4º. Hacemos la misma operación que con las rodajas de morcilla. Cada oblea la dividimos en 4 trozos.

5º. Colocamos cada trozo en forma de rombo y ponemos un trocito de morcilla.


6º. llevamos cada punta hacia el centro, de modo que la morcilla quede totalmente cubierta y sellamos con el dedo, mojado en la yema de huevo, que previamente habremos batido.



Freímos en abundante aceite de girasol.

Escurrimos en un colador y después pasamos por papel absorbente.


A la hora de servir montamos el plato de la siguiente manera:



Decoramos con una cucharada de nata liquida, echada de poco en poco para hacer los dibujos y un chorretillo de crema de módena.

Una receta fácil, nutritiva y muy rica que he tardado más en escibirla y publicarla que en hacerla.

lunes, 25 de febrero de 2013

Bacalao skrei al ajo tostado con tomate concassé



El bacalo Skrei, conocido también por los gastrónomos, como “bacalao de pata negra” está considerado como el mejor bacalao del mundo. 

Originario del Océano Glacial Artico, concretamente del mar de Barents, migra para desovar en las islas Lofoten, al Norte de Noruega cuyas aguas de excelente pureza son más templadas. Durante este largo viaje, desarrollará unos potentes músculos que harán que su carne resulte más firme, fina y jugosa.

Con el se preparan deliciosos platos capaces de satisfacer los paladares más exigentes.

Y sin más dilaciones, vamos con la receta.

Ingredientes:

4 lomos de bacalao de 200 gr cada uno
aceite de oliva
1/4 aceite de oliva de ajo
4 yemas de huevo
50 ml de nata líquida culinaria
4 tomates maduros de rama
1 cebolleta picada
1 diente de ajo picado
1 cucharada de pimentón dulce
1 hoja de laurel 
1 ramillete de tomillo fresco
aceite de oliva
1 pizca de sal y azúcar
sal




Modo de hacerlo:

Comenzamos por el concassé de tomate.

1º. Lavamos los tomates, los hacemos una cruz y escaldamos 2 minutos. De esta manera se pelarán de maravilla.


2º. Pelamos, despepitamos y cortamos en cubitos.


3º. Cortamos la cebolleta en un robot con el fin de que quede muy muy menuda.


4º. Rehogamos, durante 5 minutos, fuego flojo, la cebolleta y el ajo, en una sartén, con 2 cucharadas de AOVE (Aceite de oliva virgen).


5º. Añadimos el tomate, el laurel y el tomillo y mantenemos en el fuego durante 20 minutos más.


6º. Rehogamos con el pimentón, sazonamos y añadimos el azúcar.


7º. Colocamos los lomos, con la piel hacia abajo, en una fuente de horno que previamente habremos mojado con unas gotas de aceite y extendido con una brocha.

Regamos los lomos con un chorrito de AOVE.


8º. Introducimos la fuente en el horno, previamente calentado a 200º, durante 7 minutos aproximadamente.

9º. Sacamos y reservamos.

Mientras tanto hacemos la muselina.


10º. Elaboramos la muselina poniendo en la batidora las yemas junto con el aceite de ajo hasta formar una mayonesa, añadimos la nata líquida y sazonamos.

11º. Cubrimos los lomos con la mayonesa.



12º. Gratinamos. Vigilamos el horno continuamente, para que nos quede este bonito color.


13º. Montamos el plato poniendo de base una capa de concassé de tomate y encima el lomo de bacalao.




Nota:
Si no tenemos aceite de ajo, podemos añadir medio ajo a la muselina.
Esta receta es deliciosa y está saca de una propaganda de el corte inglés, donde publicitaba este tipo de bacalao.
Desde enero hasta el 15 de marzo se encuentra con facilidad en las pescaderías.









sábado, 23 de febrero de 2013

Champiñones al ajillo


Vamos con una receta super sencilla y facilísima de hacer, que nos puede valer tanto de guarnición, en su simpleza de solo al ajillo, como de un primer plato, si  le añadimos unos trocitos de jamón o de bacon. 

Crudo en ensalada está delicioso y cociéndolo podemos obtener ricas sopas y cremas. Asados, lo mismo a la plancha como rellenos en el horno nos proporcionan platos simples y muy sabrosos.

Además es un alimento bajo en calorías, ya que solo contiene 26 kcal. cada 100 grs. Bajo en grasa y en sodio tiene un alto contenido en proteínas. Su consumo es muy recomendable, en dietas de adelgazamiento y porque es fuente de vitaminas D,K,B2, de niacina, potasio, fósforo y selenio. 

Y con todas estas ventajas, ¿no tenéis ganas de saber como se hacen?. 

Pues vamos con ello:

Ingredientes:

600 gr. de champiñones
2 ajos
sal
1 cayena pequeña
1/2 limón en zumo
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra. (AOVE)

Modo de hacerlo: 

Cortamos el pie del champiñón dejando solo el sombrero. Limpiamos bajo el grifo (no sumergir en agua) y secamos inmediatamente con papel de cocina o un paño de cocina limpio. Cortamos en láminas y rociamos con el zumo de limón para que mantenga el color blanco al cocinarlos.

En una sartén calentamos una cucharada de AOVE, rehogamos los ajos, retiramos y reservamos en un plato. Añadimos la cayena abierta con alguna pepita, si queremos que pique un poco, movemos con cuchara de palo e incorporamos los champiñones. 







Cocinamos a fuego fuerte y comenzarán a soltar agua. Cuando se haya consumido toda el agua, añadimos los ajos que teníamos reservados, removemos, sazonamos y retiramos del fuego.


¿A que apetece comerlos?







viernes, 22 de febrero de 2013

Albóndigas a la crema de tomate



Estas albóndigas a pesar de ser a la crema y llevar un poco de nata, es un guiso bajo de calorías, puesto que las albóndigas no se fríen, se cuecen, por lo que la disminución del número de calorías es considerable.

¿Os gustaría saber como las hice?

Vamos a necesitar:


500 gr. de carne picada
1 huevo
1 ajo picado
1 cucharada de perejil seco
1 cucharadita de cominos molidos
1 cucharada de pan rallado
1/2 vasito de vino (El Guiso)
pimienta recién molida
sal
250 ml de tomate frito casero
50 ml. de nata líquida

Y las hacemos de la siguiente manera:

Ponemos la carne picada en un bol amplio. En un plato hondo batimos un huevo y le añadimos todo el aliño de la carne, (ajo, perejil cominos), se lo echamos a la carne y removemos bien todo para que quede bien integrado. Añadimos la sal, la pimienta del molinillo, y la cucharada de pan rallado, por toda la carne picada, con el fin de que quede bien distribuido y no apelmazado en el centro.



Una vez bien amasado, comenzamos a hacer las bolas de carne, de un tamaño mediano, saldrán 22 y las colocamos encima de la tabla de cocina.


Ponemos una cacerola con un poco de agua y una pastilla de caldo de carne (starlux), cuando el agua está hirviendo se introducen las albóndigas y cuando flotan, las sacamos con una paleta y vamos depositándolas en un plato. El agua de cocerlas, yo la tiro porque tiene bastante grasa.






En una cacerola, a ser posible ancha y de poco fondo, colocamos el tomate frito, cubriendo todo el fondo y ponemos las albóndigas encima del tomate, procurando que quepan todas en la misma capa.


Ponemos al fuego, movemos la cacerola para los lados, con el fin de que el tomate vaya cubriendo las albóndigas, procurando no meter la cuchara de palo, para que no se rompan. Cuando comienza a borbotear, añadimos el vino, y esperamos a que se evapore el alcohol. Para ello subiremos el fuego y taparemos con una tapadera, dejando un hueco para la evaporación.

A continuación, cuando el alcohol se haya evaporado, añadiremos la nata liquida y volveremos a mover la cacerola destapada, de un lado a otro, procurando que se cubran todas las albóndigas y que la nata se integre en el tomate.



Se retiran del fuego y se sirven.

Se pueden acompañar, con unas patatas fritas en cuadraditos, un arroz blanco, o una pasta menuda.



Nota: Es una receta sencilla y muy sabrosa, y sobre todo que no se necesita mucho tomate frito, se hace más bien aprovechando un resto que podamos tener. También vale cualquier salsa de carne que nos haya sobrado. Haremos la misma receta, solo que en vez de tomate ponemos la salsa que nos sobró y la nata, y de esta manera quedan totalmente transformadas.

Espero os gusten.