Madre mía! que ricos estaban y eso que la calidad del mejillón no era de los mejores, aunque estaban bien.
No pensaba publicar hoy entrada, pero estaba impaciente por contar lo buenísimos que estaban y lo fácil que eran.
Esta receta es una plato típico de la cocina regional del Norte, bueno y de toda Francia, por eso me he permitido poner también su nombre en francés, y que suele recoger la mayoría de libros de cocina de ese país, ya que es un gran productor de este molusco y con el que elaboran platos de lo más variado que poco a poco iremos publicando. Aunque el más conocido sea el de mejillones a la marinera, los demás no se les quedan cortos.
Los franceses acompañan siempre los mejillones con un plato de "frites", patatas fritas y con un vino blanco muy fresquito. Y la verdad es que están deliciosos.
Pero bueno, a estas alturas, os estaréis preguntando ¿Que cómo los he hecho?
Rápido os lo cuento.
Vamos a necesitar:
1 Kg. de mejillones.
1 buen manojo de cilantro
10 bolas de pimienta negras.
40 grs. de mantequilla
20 grs. de harina
1/3 de un paquete pequeño de nata líquida
20 cl. de vino blanco
2 echalotes
sal
1º. Lavamos y quitamos las barbas a los mejillones.
2º. En una cacerola ponemos agua con el manojo de cilantro y la pimienta. Cuando rompa a hervir, echamos los mejillones y en cuanto se empiecen a abrir, (unos 5 minutos), los vamos sacando.
3º. Colamos el caldo y reservamos.
4º. En una sartén derretimos la mantequilla y pochamos las échalotes.
5º. Tostamos los 20 grs. de harina y añadimos el vino, removemos para ir deshaciendo los grumos que se nos puedan formar. Seguimos removiendo y añadimos parte del caldo de cocer los mejillones, que habíamos reservado, la cantidad es a ojo, la que nos vaya pidiendo, tiene que quedar claro. Cocemos un poco y que reduzca y por último añadimos la nata. Removemos. Probamos de sal.
Al momento de servir, volcamos la crema sobre los mejillones y degustamos.
¿Qué os parece?.
Si os animais y los hacéis, ya me contaréis.